Ingenieros malagueños diseñan una capota para los tronos contra la lluvia


El mecanismo, por el que varias cofradías ya han mostrado interés, se monta en unos 15 minutos y cubre toda la mesa y los varales


Mariano Morilla y Rafael Ruiz tienen dos grandes pasiones: la ingeniería y la Semana Santa. De ese nexo entre tecnología y tradición ha surgido un prototipo que puede ayudar a que muchas cofradías no se queden sin procesionar por culpa de una amenaza de chubascos. Los jóvenes técnicos, socios de la empresa CQD (fundada en 2010 y especializada en cálculo de estructuras para edificación) han puesto sus conocimientos y sus sentimientos cofrades al servicio del diseño de una cubierta para tronos y pasos, que se monta en un promedio de 15 minutos y que se puede adaptar a cualquier hermandad.
El sistema, que permanece invisible hasta que es necesario, consta de tres piezas: dos abanicos, que van dentro de los varales de los extremos; cinco brazos en cada lado, que se colocan a presión; y la cubierta, que cabe debajo de la mesa, en diagonal. «Hay un protocolo de actuación en el que se forma previamente a los hermanos y hombres de trono que están a cargo. Esto es como un fórmula uno, cuanto más coordinación exista entre los montadores, más rápido se coloca», explica Ruiz. Llegado el caso, el despliegue necesitaría a solo tres personas a cada lado de la mesa, de las que cada una tiene asignada una función. Primero se colocan los brazos sobre los varales, y luego los abanicos, que están cerrados y plegados. El brazo central tiene un sistema mecánico -que puede ser manual o automático- y que acciona la capota, de plástico rígido transparente. Previamente, una persona tiene que hacerse cargo de apagar todas las velas.
Diseño personalizado

Bajo la «cubierta para tronos», como sus autores prefieren llamarla, quedan resguardados todos los elementos, incluidos el manto, los arbotantes y los varales, de extremo a extremo. A la vista del público quedará como un paraguas «elegante», puntualiza Morilla, de unos 12 metros de largo, y que permite contemplar las imágenes. Con todo, los ingenieros advierten de que no está pensando para salir en procesión en un día de precipitaciones abundantes, «sino para que una cofradía no se quede con las ganas de salir por el mero hecho de que haya una previsión de agua a dos o tres horas vista», como ocurre con mucha frecuencia en Málaga. El producto se patentó hace dos meses.

La estructura incluye extras, tales como la iluminación mediante leds (para simular la que tendría con las velas encendidas) y acabados en caoba, madera dorada o con texturas, gracias a un acuerdo con una empresa de aluminios, que fabricará las piezas. Ya hay varias hermandades de Málaga interesadas por el invento, que han visto en esta opción la posibilidad de salir a procesionar sin miedo al agua. Además, estas han colaborado en su diseño, para afinarlo. «Queremos llegar a un acuerdo con una cofradía para que se monte el primero y se ponga en escena la solución, con un evento de presentación». De momento, Ruiz pone de relieve que el hermano mayor de Fusionadas, Eduardo Rosell, les está apoyando con el proyecto y es uno de sus valedores en el premio Junior de empresas, que organiza el Ayuntamiento de Málaga y del que son finalistas. Morilla añade que la cofradía de la Humildad también ha mostrado su interés.
Si la solución se extiende podrá servir para crear puestos de trabajo vinculados al mundo cofrade, ya que el diseño se puede adaptar al formato de cualquier trono o paso de España, con independencia de sus dimensiones. Pero por encima del afán económico, Mariano Morilla y Rafael Ruiz aseguran que la mayor satisfacción es poner su trabajo y sus conocimientos al servicio de la Semana Santa.

Fuente: cofrades Málaga