En 1996 Audi lanzó al mercado su compacto A3, un coche que en un principio sólo contaba con carrocería de tres puertas y que, en 1999, incorporó la versión cinco puertas, de idénticas dimensiones. En 2003 se presentó el sustituto del primero de ellos y, un año más tarde, le llegó el turno al segundo, aunque esta vez se trataba de una variante con diseño propio, conocida con el nombre de Sportback. Para completar la gama aparecía el A3 Cabrio, en 2008.
Ahora, de nuevo, la renovación empieza por el tres puertas, un formato al que han renunciado otros competidores en este segmento, pero que sigue teniendo un atractivo indudable entre los más jóvenes.
Audi ha optado por el continuismo en las líneas exteriores que, a pesar de los cambios introducidos en muchos pequeños detalles como los faros, pilotos o spoiler, no se diferencian en exceso del modelo al que sustituyen. Otra cosa es el habitáculo, donde, sin haber una revolución estética, sí se ha rediseñado por completo todo el salpicadero. El cuadro de instrumentos está enmarcado por un arco fino y, de ahí hacia la derecha, sólo encontramos los aireadores tipo jet y unos estilizados mandos para la climatización, por debajo de un grupo de pulsadores colocados en una sola línea.
En el túnel central situado entre los dos asientos delanteros se agrupan los controles del sistema de información y entretenimiento MMI, que también modifican sensiblemente su formato. La pantalla que muestra todos los datos de dicho sistema va oculta en el salpicadero, justo detrás de las salidas de ventilación centrales, y emerge cuando va a ser utilizada.
En conjunto, el acabado es impecable y este nuevo diseño transmite una imagen de mayor ligereza en el interior, algo a lo que contribuye la desaparición del freno de mano convencional, sustituido ahora por uno eléctrico.
El nuevo Audi A3 mide prácticamente lo mismo que su antecesor en longitud, anchura y altura, aunque ha ganado poco más de dos centímetros en distancia entre ejes, compensados por un voladizo delantero más corto. Esto va en beneficio no sólo del comportamiento dinámico, sino también de una pequeña ganancia de espacio en el habitáculo, apenas apreciable si no se usa la cinta métrica.
Menos peso y más eficiencia
Quizá el salto más importante en esta generación sea la reducción del peso, gracias al empleo de materiales más ligeros en algunos puntos estructurales y en otro tipo de componentes, un adelgazamiento que no afecta en absoluto a la rigidez del vehículo. Por ejemplo, se ahorran 25 kilos en el habitáculo, cinco y medio de ellos con los asientos y el cableado, y otros 6 kilos en el eje delantero, que incorpora un mayor número de piezas de aluminio.
Muchos de los motores también han reducido su tamaño, pero manteniendo el rendimiento, como es el caso del 1.4 TFSI de 122 caballos, que emplea un cárter de aluminio. El peso total de esta versión se queda en 1.175 kilos, lo que supone un ahorro aproximado de unos 80 en relación con el modelo equivalente de la generación anterior.
En cuanto a eficiencia, la reducción media en consumos y emisiones de CO2 de la gama se sitúa en un 12%, algo en lo que influyen positivamente tanto la cura de adelgazamiento, como el empleo de las últimas tecnologías para sacar el máximo rendimiento a los motores.
Las primeras unidades del Audi A3 recién presentado se entregarán a sus compradores a finales de agosto o principios de septiembre. En esos momentos iniciales se dispondrá únicamente de dos propulsores de gasolina, el mencionado 1.4 TFSI de 122 caballos y un 1.8 TFSI de 180 caballos, y el conocido motor diésel 2.0 TDI, que en esta nueva variante sube de los 140 a los 150 caballos de potencia, a pesar de lo cual ofrece un consumo de sólo 4,1 litros por cada 100 kilómetros recorridos y 106 gramos por kilómetro de emisiones de CO2. La versión más potente de estas tres llevará una caja de cambios de doble embrague S tronic de siete velocidades, mientras que las dos restantes irán asociadas a una transmisión manual de seis marchas, todas ellas con tracción delantera.
Una gama completa
Antes de que finalice el año se irán incorporando nuevas motorizaciones, así como el sistema de tracción integral permanente quattro para las más potentes. Lo más novedoso será la llegada de una mecánica diésel 1.6 TDI, que apenas consumirá 3,8 l/100 km, con emisiones de 99 g/km, y de una variante del motor 1.4 TFSI con la tecnología conocida como “cilindros bajo demanda”. Con ella, cuando circulamos a baja velocidad y con el acelerador a medio gas, se desconectan dos de los cuatro cilindros, lo que permite un ahorro considerable de combustible. Pero cuando hundimos el pie derecho en el pedal, el propulsor vuelve a funcionar normalmente, sin que el conductor note la transición de una situación a otra, como pudimos comprobar en la primera toma de contacto con una de estas mecánicas.
Se mantienen los tres niveles de acabado, Atraction, Ambition y Ambiente, y aunque todavía no se han confirmado los precios, sabemos que la versión más barata, el 1.2 TFSI de 105 CV que llegará unas semanas más tarde, costará 22.500 euros.
La gama Audi A3 se enriquecerá en 2013 con un propulsor que podrá ser alimentado por gas, y en 2014 se espera la introducción de una variante híbrida enchufable, la primera que la marca de los cuatro aros producirá en serie. También el año próximo le tocará el turno para su renovación al Sportback de cinco puertas.
En el corto recorrido que pudimos hacer con el nuevo A3 por las transitadas carreteras de Mallorca,comprobamos como su calidad de rodadura y el tacto de conducción se convierten en una referencia para este segmento de vehículos,aunque, en honor a la verdad, la generación que continúa a la venta ya destacaba por estas cualidades. El funcionamiento de la dirección y las suspensiones transmiten una agradable sensación de seguridad y control al volante, que se completa con un buen confort sonoro.
Fuente: El mundo